Pero el mero hecho de que a ellos les interesen esas cosas las hace inadecuadas para el Arte. Las únicas cosas bellas, como alguien dijo, son las cosas que no nos conciernen. Mientras algo nos sea útil o necesario, o nos afecte de cualquier modo, doloroso o placentero, o apele con fuerza a nuestra compasión, o sea parte vital del ambiente en que vivimos, estará fuera de la esfera propia del arte. Al tema del arte debemos ser más o menos indiferentes. Debemos, en cualquier caso, no tener preferencias, ni prejuicios, ni partidismos de ninguna clase.