Lo que dispara en La prueba de las promesa la necesidad del mago por ejercer su poder sobre los personajes es una de las obsesiones del teatro cómico aurisecular: el matrimonio de una doncella. Se trata de la hija de ese mago, doña Blanca, a la que él desea casar con don Enrique, cabeza de los Vargas, linaje con el que, después de mucho tiempo de guerra, el sabio desea sellar la paz. Invitamos a la lectura de esta obra donde la magia verbal es doble: por las ciencias ocultas que domina don Illán, las cuales le permiten hacernos viajar en el tiempo para llegar a la verdad de las promesas, y por las capacidades poéticas de Juan Ruiz de Alarcón, que aquí alcanzan uno de sus más altos y divertidos desarrollos.