Este libro expone, sin tapujos, los entredichos mantenidos por el autor con el mundo, como si estuviera entablando una permanente y entretenida polémica con lo que la gente cree de sí misma y de los demás.
Se trata de una serie de aforismos, comentarios, respuestas inesperadas a preguntas habituales o antes nunca formuladas, conclusiones caprichosamente arbitrarias pero elocuentes o réplicas a las incongruencias que presenta lo cotidiano. Cada «situación» planteada conduce a un desenlace arbitrario, graciosamente convincente y en muchas ocasiones, absurdo.
Con un permanente guiño al lector, se busca su complicidad presentando las frases al modo de verdades contundentes, como si cada una de ellas encerrase una certeza inocultable. Es que la ironía es a la verdad como la caricatura al personaje que representa: ambas exageran lo real distorsionando sus rasgos hasta tornarlos convincentes. Entrar en el juego de Leonardo Levinas es reconocer que, muchas veces, lo mejor que podemos hacer en la vida es resignarnos a sonreír.