Esta es una historia convincente de esperanza, redención y transformación milagrosa de una vida de adicción. Las profundidades a las que Javier cayó en su viaje descendente hacia las drogas se presenta en contraste con la forma en que la gracia de Dios lo llevó tan dramáticamente a Desafío Juvenil, donde se encontró con Jesucristo. Es un informe bien escrito que demuestra que la adicción no solo arruina la vida del adicto sino que también causa mucho dolor y sufrimiento a la familia.