algunas de estas cosas están escritas en libros y
otras grabadas en lo alto del cielo para que los ángeles y los
santos las lean y sepan lo que ocurrirá a los pecadores, a los
espíritus humildes, a quienes han afligido sus cuerpos y han
sido recompensados por Dios y a quienes han sido ultraja-
dos por los malvados