Cuando Dios te dice que le obedezcas no es por Él que te lo dice, pues Dios allá arriba está muy bien, Dios está sentado en su trono, Dios está en el cielo, Dios no tiene problema. Los que vamos a tener problemas somos nosotros si lo desobedecemos, nosotros somos los que estamos acá abajo, y esta vida es una prueba para ti. Si obedeces, entras, si no obedeces no entras, aunque estés toda tu vida enfrente del púlpito, no vas a entrar si desobedeces a Dios.