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Cho Nam-joo

Kim Ji-young, nacida en 1982

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  • Ana Berrospehas quoted2 years ago
    Concluyó que incluso un hombre que habitualmente mostraba un comportamiento relativamente racional y actuaba con cierta gentileza hablaba de esa manera de las mujeres, incluso de la mujer por la que tenía interés, y repitió para sí misma: «Soy un chicle que alguien ha masticado y tirado».
  • Ixchi the killerhas quoted2 years ago
    Kim Ji-young trató de tomarse las palabras de su marido con objetividad, sin exaltarse, tal y como sonaban, pero no pudo. En comparación con los cambios tan trascendentales que iban a tener lugar en su vida y que la iban a redirigir por completo, la lista de su marido le parecía trivial.
  • Eugeniahas quoted3 years ago
    Corea del Sur es la nación con la mayor brecha salarial entre hombres y mujeres dentro de la OCDE.
  • Añita Piñahas quoted3 days ago
    Otra regla tácita era que las chicas desempeñaban el papel de jefas de limpieza y los chicos el de jefes deportivos.
  • Añita Piñahas quoted3 days ago
    —Los chicos son así. Fastidian a las compañeras que les gustan. Se meten más con ellas. Me encargaré de hablar con él, así que no te cambies de sitio sin resolver el malentendido. Lo mejor sería que os hicierais amigos a partir de este incidente.
  • Añita Piñahas quoted3 days ago
    El primer gran problema en su vida escolar fueron las travesuras del compañero con quien compartía pupitre, algo que toda niña experimenta en el colegio.
  • Añita Piñahas quoted3 days ago
    Su tía, dos años mayor, trabajaba en una fábrica textil, donde su madre también entró como empleado. Empezaron a vivir juntas en un cuartucho de apenas siete metros cuadrados. Sus compañeras de trabajo eran jóvenes de edades similares. Tenían más o menos el mismo nivel de educación y también eran originarias de familias con similares condiciones económicas. Todas carecían de experiencia y, por eso, creían que era normal trabajar largas horas sin poder dormir, descansar o comer. Las sofocaba el calor que expulsaban las máquinas tejedoras. Aunque se recogieran las faldas, ya de por sí cortas, el sudor les caía por los codos y los muslos. De respirar tanto polvo en la fábrica, muchas sufrían enfermedades pulmonares. Y el miserable salario que cobraban tras trabajar día y noche —solían tomar pastillas para mantenerse despiertas— se destinaba en gran parte a los estudios de sus hermanos varones.
  • Añita Piñahas quoted4 days ago
    Creo que sería un genio.
    La madre se rio sacudiendo las manos, como si negara categóricamente lo que acababa de escuchar. Dijo que era demasiado mayor para aprender algo nuevo, aunque solo tenía treinta y cinco años. Además, el comentario de ese hombre la había impresionado, aunque lo negara. Poco después, empezó a asistir a un centro de formación profesional, tras pedirle a su hija mayor que cuidara de su hermanita y, a su suegra, de su hijo menor.
  • Añita Piñahas quoted4 days ago
    —No me estás dando una vida dura. Estamos juntos en esto. Así que no te apenes. Tampoco te quejes como si sostuvieras tú solo a esta familia. Nadie te obliga. Y la verdad, no lo estás haciendo bien.
  • Añita Piñahas quoted4 days ago
    Aunque no contaba con un trabajo fijo como su esposo, la madre de Kim Ji-young siempre estaba buscando un empleo que le permitiera ganar un dinero extra sin por ello tener que descuidar la crianza de sus hijos, la atención a su anciana suegra y los quehaceres domésticos.
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