«El silencio de todos los seres humanos, hombres y mujeres, ancianos y niños, debería ser más alabado, más protegido, mejor resguardado. No sólo el silencio, sino ese silencio activo que es la capacidad de escucha […] que quisiéramos todos ver mejor distribuida entre los dones de este mundo».
Una sucesión de diversas escenas presenta al lenguaje, en estas páginas, como protagonista e invitado permanente. La palabra cercada de silencio, la palabra enfrentada al poder; la palabra que juega en la narración oral y baila en la canción popular; la palabra celebrante, la palabra en la encrucijada de la poesía y de la ciencia, la palabra constituyente de nuestra cultura y nuestro destino: todos estos encuentros se registran en conversaciones provocadas e inspiradas por diferentes interlocutores y auditorios. Todos llevan la marca de un diálogo, con acentos a veces coloquiales, en un intento de profunda reflexión animada por la pasión del lenguaje.