En plena Reconquista, una joven toledana debe tomar las riendas de su familia ante la adversidad, en un mundo dominado por hombres, desarrollando una excelente labor traductora en el momento en que los reyes Fernando III y Alfonso X pretenden asentar las bases del castellano, relevando al latín como lengua de transmisión del conocimiento. El Toledo de las tres culturas se despliega como escenario único entre las líneas de esta fascinante novela.