A través de un recorrido por el surgimiento y la evolución de la disidencia de origen ortodoxo en el comunismo español, de aquellos a quienes la opinión pública encasilló como «prosoviéticos», se plantea la hipótesis de que este movimiento de oposición en el seno del Partido Comunista de España estuvo motivado por la mutación progresiva de la política y la imagen del partido. Estas transformaciones no serían bien recibidas por algunos sectores de su militancia y, como consecuencia, se produjeron varios movimientos divergentes cuyo nexo común radicaba en la reivindicación de la identidad comunista clásica.
También fue importante el contexto, marcado por las frustraciones de la Transición y la crisis del movimiento comunista internacional. Fruto de una exhaustiva investigación, este trabajo propone una periodización de esta corriente en tres olas, metáfora que ayuda a comprender las distintas dimensiones de un fenómeno complejo y facilita su análisis sincrónico centrado en la identidad comunista. Se trata de la primera ocasión en que se estudia este hecho de forma global y monográfica. Por lo tanto, el objetivo principal es contribuir a esclarecer una de las facetas más desconocidas de la historia del comunismo español –poco después del centenario de su nacimiento–, sin la cual esta no estaría completa.