Envuelta en un ambiente onírico mezclado con humedad fluvial, entre grumos de un oscuro pasado de brujería y veneración a abominables entes ultraterrenos, Arkham muestra sus centenarias entrañas en un viaje temporal donde se van sucediendo destinos inexorables e inevitables encuentros, libros prohibidos y peligrosas invocaciones, conciencias insanas y crímenes aberrantes… En la calle solitaria sus pasos resuenan, han llegado al umbral y la puerta se entreabre, pasen y tiemblen.