Había unos días en los que ella no podía soportar el mirar al lobo. Cuando había estado tan cerca, muy cerca, de romperse. Y sólo la historia la había retenido de hacerlo.
Érase una vez, en una tierra hacía ya tiempo reducida a cenizas, una pequeña princesa que vivía ahí, quien amaba a su reino...
Palabras que ella le había dicho a un príncipe. Una vez, mucho tiempo atrás.
Un príncipe de hielo y viento. Un príncipe quien había sido suyo, y ella de él. Mucho antes de que el lazo entre ellos fuera sentido por ambos