Escrito entre el futuro socialista de la Guerra Fría y el futuro neoliberal de los años posteriores a ésta, Cubantropía es una crítica de ambos que recorre las conexiones entre la cultura cubana y la geopolítica en la era global.
Zigzagueando entre el Muro de Berlín y el Malecón habanero, este libro atraviesa los encontronazos recientes entre mercado y democracia, era digital y poscolonialismo, centro y periferia, utopía y turismo, diáspora y nación, Guantánamo y el reguetón, el fútbol y el béisbol, Europa y Donald Trump. Cubantropía no pretende explicarle Cuba al mundo, sino al revés: usar a Cuba como una escala que contiene ese mundo y sus conflictos. Importa aquí la crítica a la cultura cubana, pero también la puesta en solfa de los modos neocoloniales en los que ésta ha quedado dibujada más allá de sus fronteras. Aunque estos textos comienzan bajo la omnipresencia de Fidel Castro y acaban más allá de su muerte, la palabra “Castro” importa menos en estas páginas que las palabras “futuro”, “arte”, “vida”, “gente” o “viaje”. Una proporción que es, ante todo, una posición.
La «cubantropía» es un neologismo creado para describir la energía que crece entre la antropología y la entropía, la calle y la biblioteca, el antro y el museo, la isla y el mundo. También puede leerse como una autobiografía intelectual, un mapa de los itinerarios del Hombre Nuevo nacido con la Revolución, y una bacanal de consecuencias en un mundo obsesionado con las causas.