Ambientada en Zúrich, esta novela de misterio y amor entre dos adolescentes toma el nombre de una escultura de Rodin, “El beso”, reproducido en la puerta del Infierno en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Por casualidad, los muchachos encuentran la escultura en el fondo del lago y la guardan. Poco después descubren que la policía busca a una banda de ladrones en la que parece estar involucrada una vecina del muchacho, anciana y encantadora…