Ambos saben que la separación existe, viva, entre ellos, palpable como un montón de arcilla entre sus dedos. Ambos saben que está hecha de pequeños remordimientos, grandes errores, inmensos silencios, malentendidos, olvidos y un tiempo pasado que se ha hundido como una caja fuerte en el fondo del mar, su recuperación inútil, su precioso contenido pulverizado y comido por los años.