La remolienda, Tres tristes tigres e Ingenuas palomas son tres obras representativas de la trayectoria de Alejandro Sieveking: las dos primeras como paradigmas de sus etapas iniciales (el realismo folclórico-poético y el realismo crítico-social), la última como búsqueda de cierto grotesco esperpéntico. El realismo folclórico-poético, según Sieveking, «más que nada nace de un afán por encontrar las raíces absolutamente chilenas y de la necesidad de hacer un teatro popular». Por su parte, el realismo crítico-social se inserta en la preocupación por escribir un testimonio actual, manifestando interés social y político. Finalmente, en Ingenuas palomas asistimos a un juego “casi” trágico, con una buena dosis de morbosidad, donde se oculta un mundo subterráneo que habrá de salir a flote para que la verdad se imponga sobre las máscaras. Perteneciente a la llamada generación del '50, Alejandro Sieveking (1934) es uno de los pocos profesionales del teatro dedicados cien por ciento al oficio: director, actor, profesor, estudioso y dramaturgo.