Es la primera vez que leo a Daniel Saldaña París y la verdad me gustó mucho la novela, pienso que tiene muy buena observación de los lazos familiares; el tema de la herencia familiar (no sólo monetaria) es importante, y considerando que somos una especie de reflejo de nuestros ancestros tiene sentido que el protagonista tenga una fijación con los dobleces, los pliegues de la memoria. También aborda una cuestión importante: los afectos y su relación con la masculinidad. La relación del protagonista con su padre y otros hombres me hizo pensar bastante. Por último, me gusta el tono tierno pero triste de la novela. La recomiendo mucho.
Me gusta este autor
Una historia algo deprimente, pero con momentos en los que uno puede reflexionar sobre sus propios recuerdos y traumas. También me pone a pensar en que conforme crecemos, reprimimos los mundos y filosofías de vida que creamos con mucho orgullo en la infancia. Nos hacen pensar que los pensamientos generados en la infancia son por naturaleza tontos o intrascendentes. Sin embargo ahí hay muchas respuestas, que de adultos pretendemos ignorar. Es un libro que habla de la necesidad de enfrentar y cerrar ciclos, por más dolorosos que sean.