A partir de lo que se conoce como el “Avivamiento de Azuza” en 1906, el tema de la función del Espíritu Santo en la Iglesia y el llamado Movimiento Carismático o de renovación, ha marcado el devenir del cristianismo a lo largo de todo Siglo XX, dando lugar a incontables polémicas y numerosos conflictos eclesiales. Se han escrito y publicado al respecto centenares de libros, cada uno apoyando sus propias posturas; e incluso algunos, salidos de la pluma de ciertos auto-proclamados profetas, rayando los límites de la herejía teológica. Pero pocos, muy pocos con enfoque eminentemente académico, que analicen de manera objetiva y en profundidad del tema, que profundicen en sus bases escriturales y sus orígenes neo-testamentarios, en la propia vida de Jesús, y en el devenir de la comunidad apostólica y las iglesias paulinas. Se echaba de menos un texto de referencia imparcial y erudito, que los seminarios pudieran entregar a sus estudiantes como base para el estudio. Jesús y el Espíritu, llena con creces ese vacío. Fue la lectura de este libro lo que proporciono a John Wimber, uno de los fundadores de Vineyard Churches (Ministerios «La Viña) su visión carismática del ministerio que tan efectivo ha resultado.