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Jean Grondin

Introducción a la metafísica

  • Meper Donashas quoted4 hours ago
    Según Heidegger, esta experiencia ha sido la de los primeros pensadores griegos: hay ser, el ser emerge y nos sumerge. Pero si esta maravilla, fundamental pese a todo, de la naturaleza (physis), que brota y rebrota sin cesar, no es sentida ya en su estupefaciente simplicidad, se debe, estima Heidegger, al pensamiento metafísico, ávido de explicación y de certidumbre. Ante el misterio del ser, toda explicación llega demasiado tarde. La verdadera fuerza del pensamiento de Heidegger sobre la metafísica reside quizá no tanto en la elaboración de un nuevo pensamiento del ser, que él sabe que es necesariamente titubeante, como en la destrucción de las evidencias de la razón calculadora. Pero en la medida en que llega así a despertar el espíritu ante un misterio que no podrá explicar jamás, podría ser que recondujera la metafísica a una de sus más elevadas posibilidades, es decir, al asombro ante el ser, que lo abarca todo.
  • Meper Donashas quoted4 hours ago
    El mayor síntoma del olvido del ser reside quizá, sugiere Heidegger, en esta idea de valor, porque presupone que lo que cuenta debe depender de una valorización, necesariamente humana. Pero si el hombre lo decide todo, ¿de quién depende él? ¿Cuál es su medida? (was ist sein Maß?), se pregunta Heidegger siguiendo el verso de Hölderlin: ¿hay sobre la tierra alguna medida? (Gibt es auf Erden ein Maß?). Hermoso término el de medida, que aquí quiere decir: ¿dónde toma el hombre la medida?, pero también: ¿qué le lleva a su justa medida y qué le recuerda que no puede «medirlo» todo en el sentido cuantitativo del término?
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    Satz es también, en música, el movimiento de una sinfonía: el primer o el segundo movimiento es, en alemán, el primer o el segundo Satz. Vemos inmediatamente lo que quiere decir esto para la historia de la metafísica: el Satz vom Grund correspondería al «movimiento», al período del Grund, del fundamento, en la historia del ser. Es decir que, con anterioridad a este momento, ha habido quizás otro pensamiento, menos obsesionado que el nuestro por la búsqueda del fundamento (de ahí la evocación de los presocráticos), pero sobre todo que podría todavía haber, sin que se sepa todavía cómo, tras el largo e interminable fin de la metafísica, una meditación quizá menos atormentada por una racionalización extrema.
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    Heidegger juega con la formulación latina de ese principio, nihil est sine ratione, que significa, en primera lectura, que nada existe sin razón, pero en la que puede entenderse igualmente, dice Heidegger, que la nada, el nihil, carece también de razón: como el ser, la nada «es», implemente, sin (preocuparse por ninguna) razón. El ser indicaría no sólo el límite del principio de razón, sino que también nos haría ver que la metafísica, sostenida por la exigencia de racionalidad, no habría nacido más que para amordazar esta experiencia del ser o de la nada, al afirmar, con cierto patetismo, es verdad, que «¡todo tiene una razón porque es la razón la que lo decide!». ¿No se tratará de una simple imposición del pensamiento que encuentra su límite en la experiencia del ser?
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    el último Heidegger irá a veces a descubrir en los preplatónicos, en los autores, por tanto, todavía premetafísicos, la vislumbre de un pensamiento que no sería voluntad de dominio, sino voluntad de acogida del ser que nos es dado, sin porqué.
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    Humanismo, nihilismo y técnica sólo son par Heidegger los títulos modernos del pensamiento metafísico que se habría desencadenado con Platón. A partir del momento en que el ente no se comprende más que en función de la idea que lo funda, en la que el ente se ha vuelto explicable por y para el hombre, la dominación técnica dicta la única relación posible con el ente.
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    En el mundo de la técnica, ni siquiera la relación del hombre con su dios ha dejado de ser un asunto de «técnica»: Dios no es más que un recurso que sirve para aplacar ciertas necesidades, garantizando al hombre una permanencia futura. Ese Dios fabricado no es sino un ídolo: «construirse dioses es menospreciar a los dioses», exclama Heidegger,[604] que prefiere esperar en un Dios que tenga todavía que venir, porque vendría cuando quisiera, como el ladrón por la noche.
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    Hemos visto, a partir de Hegel, que la metafísica se definía por su constitución «onto-teo-lógica»: sólo mira al ente (onto), y con el único fin de reducirlo a un principio unificador (teo) a través del principio de razón (lógica). Pero esta reducción onto-teo-lógica del ente sólo es posible si el ente se deja en principio captar a partir del εἶδος, lo cual conduce a definirlo, estima Heidegger, en función de una visión que puede aprehenderlo fijándole unas condiciones.
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    La confrontación entre Hegel y Heidegger puede reducirse a una tesis sobre el ser: si Hegel piensa el ser en función de lo infinito, para Heidegger «el ser es finitud»[601] (Sein ist Endlichkeit). Esta radicalización de la finitud acabará orientando el proyecto de Heidegger hacia un pensamiento de la historia del ser, entregado a socavar el principio de razón y a la superación de la metafísica.
  • Meper Donashas quoted3 days ago
    Esto sería subestimar la metafísica y la potencia de su huella en el pensamiento occidental. Para Heidegger, la metafísica encarna más bien «el acontecimiento fundamental» —el Grundgeschehen— de la humanidad occidental, cada vez más planetaria. Es, pues, algo más y otra cosa que una simple disciplina del pasado de la que sería muy prudente alejarse. En un sentido no siempre reconocido, la metafísica se encontrará siempre en el fundamento mismo de nuestro presente y de todo lo que somos; en una palabra, en el fundamento de nuestro Dasein.
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