Una buena educación no está orientada hacia el mercado, sino, trabaja como afirmación y potenciación de vida. Esta es la base de las relaciones entre educación y complejidad. Los lenguajes, las estructuras, los procesos y las instancias organizativas merecen ser re-pensadas de cara a estas relaciones. Este es el tema del libro, escrito por una red de investigación conformada por profesores de la Universidad de la Serena (Chile), la Universidad Nacional Autónoma del Estado de Puebla (México), la Universidad Latina (México) y la Universidad El Bosque (Colombia). Los textos presentan tanto un estado del arte del trabajo sobre complejidad y educación como propuestas innovadoras. Es posible y necesario hacer educación en complejidad.