Este nuevo libro nace de una hipótesis central: las crisis, los malentendidos y gran parte de los problemas contemporáneos surgen de un déficit en la representación y en la representatividad, dos elementos inherentes a la naturaleza humana. El autor juega con las distintas acepciones de ambos vocablos con el propósito de demostrar que éstas pueden adquirir distintos significados dependiendo del contexto en el que sean empleadas; ahora bien, dentro de esta obra será en el ámbito del poder donde alcanzarán mayor relevancia.
Desde el punto de vista de distintas disciplinas –como la pragmática y la filosofía–, Alberto Vital examina, por una parte, cómo la representación y la representatividad han sido aprovechadas en el ámbito político como forma estratégica en la construcción de discursos o en la manera en que ciertas figuras políticas buscan representarse. Por otro lado, también discute la insuficiencia del esquema clásico tripartita del poder político para lograr una representación y una representatividad adecuadas a las condiciones del siglo xxi, pues se requerirían, cuando menos, diez poderes que tomaran en cuenta áreas importantes e influyentes de la realidad.
La sola enunciación de diez poderes implica, sí, un quíntuple escándalo: jurídico, semántico, filosófico, politológico y sociológico. Aun así, en último término, si se demostrara que no somos capaces de expresar una representación completa del mundo, las representatividades políticas y sociales correrían tanto peligro como lo correría una representación completa del mundo si no lográramos darles representación verbal y representatividad a todas las fuerzas, las dinámicas y los poderes reales en este siglo xxi. ¿Está en riesgo la representabilidad misma como una capacidad definitoria de la especie humana?