¿Quién dijo que las matemáticas eras áridas, aburridas, complicadas? Esta antología de acertijos creados por un maestro indiscutible en este arte es una continua invitación a pensar, deducir y divertirse. Sam Loyd dedicó buena parte de su vida a los acertijos matemáticos. Cuando murió, su hijo recopiló la obra de su padre en una monumental enciclopedia de acertijos, de la que Martin Gardner ha seleccionado los mejores. Loyd empezó como ajedrecista y creador de problemas de ajedrez, tema que en determinado momento dejó de interesarle y, tal como cuenta Gardner en el prólogo, «su atención se concentró en los acertijos matemáticos y en objetos promocionales novedosos, ideándolos con una gracia y una originalidad que nunca fueron superadas». Bienvenidos al fabuloso mundo de Sam loyd, a sus endiablados y divertidísimos problemas de álgebra, geometría y lógica.