Días sin nombre narra, a manera de un diario, la experiencia de un escritor durante la cuarentena impuesta para combatir el covid-19: el temor por el contagio del virus, el cambio de algunas rutinas cotidianas que implicaron riesgo, trámites desgastantes e, incluso, algo de ilegalidad, en medio de la soledad y la constante pregunta por la muerte. Pero la atención del protagonista no se concentra únicamente en sí mismo: su mirada también se posa en los vecinos de su edificio, en las personas que todavía transitan la calle, en las aves que no dejan de visitar árboles y balcones, y relata cómo sigue sucediendo la vida en un momento en que el tiempo parece detenido.