El uso de la historia oral y de vida en el campo de la investigación sociohistórica de temas educativos se ha desarrollado en las últimas dos décadas, con relativa fuerza, como una actividad en crecimiento al abordar la complejidad del campo educativo en dos vertientes complementarias: por un lado, como un objeto de estudio por sí mismo y, por otro, en una vertiente más de carácter pragmático o aplicado como uno más de los recursos metodológicos en la praxis educacional.