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Anna Starobinets

La glándula de Ícaro

  • Alicia M. Mareshas quoted12 days ago
    Frases hechas, ajenas, mezquinas, sacadas de la tele, triviales, le venían a los labios, como hormigas que salen a la fuerza de un tronco podrido.
  • Alicia M. Mareshas quoted20 hours ago
    Eslóganes brillantes, conjuros de neón por todas partes.
  • Alicia M. Mareshas quoted20 hours ago
    Pero los coches de bomberos circulan sin cesar por las calles de la ciudad, aullando y haciendo girar sus ardientes ojos de cíclopes, creando una sensación de calamidad inminente. Las persianas responden a las sirenas con un repiqueteo de hojalata.
  • Alicia M. Mareshas quoted20 hours ago
    Unos mosquitos medio transparentes atraviesan la mosquitera agujereada. Tras saciarse de sangre, se vuelven de un color rojo oscuro. Si los matas, estallan como bayas de belladona. En la pared hay unas manchas pardas amorfas.
  • Alicia M. Mareshas quoted11 days ago
    Por la mañana llamó su madre, que con instinto certero de buitre se había olido la desgracia fresca:
  • Adanarihas quoted2 months ago
    Me gusta hacerme con los cuerpos a pares, me lo puedo permitir. Puede que algunos lo consideren una aberración, pero que primero alcancen mi estatus social, o por lo menos financiero, que se implanten en veinte cuerpos a la vez, que aprendan a manejarlos con armonía, y que luego opinen. Sí, me gusta la cópula de mis propios cuerpos. Es mucho mejor y más interesante que la simple masturbación, y mucho más cómodo que el acto sexual con alguien externo. Eres simultáneamente hombre y mujer, y puedes ir desplazando ligeramente el foco, ora hacia el cuerpo femenino, ora hacia el masculino. Sabes con toda exactitud qué te apetece, no tienes que complacer a nadie. Además, los cuerpos —si ya antes eran pareja— son perfectamente compatibles desde el punto de vista fisiológico y, hablando figuradamente, se acuerdan el uno del otro.
  • Adanarihas quoted2 months ago
    Nunca. Ahora ya nunca, nunca volaremos. Nunca haremos jirones de una nube, nunca conoceremos su sabor. Nunca sentiremos el húmedo temblor del viento en las puntas de las alas. No veremos nuestra antigua casa desde el cielo, ni el entramado de los grises y serpenteantes caminos, ni la pradera con su vaporoso verdor, ni las personas con las que ya no regresaremos. No nos sentaremos en piedras blanqueadas por el sol. No estrecharemos nuestros cuellos cálidos y blancos.
  • Adanarihas quoted2 months ago
    No hay ni puede haber simbiosis alguna entre los hombres, la naturaleza y la ciudad. A los hombres y a la naturaleza esta ciudad los ha devorado y los tritura sin cesar. El Camino Elevado no es una arteria que conduce al corazón, sino el esófago, que conduce al estómago. O, tal vez, el intestino…
  • Adanarihas quoted2 months ago
    Sólo de madrugada Siti me escupe al sueño, después de haberme chupado la sangre.

    Es un sueño esforzado y monótono, como el trabajo de una costurera industrial. Y es como si me encontrara al pie del telar, cosiendo el tejido de mis sueños, que se deshilacha como un producto chino sintético, de baja calidad. Hasta en sueños me obliga esta ciudad a trabajar para ella. A hilvanar los oscuros despojos, a unirlos con rudimentarias costuras.
  • Grishas quoted3 months ago
    En ocasiones había además en ellos otro terror, un terror primitivo de semifieras: quien te nombra es tu amo, quien domina el secreto de tu nombre te domina a ti.
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