La economía social presenta una visión que se centra en la dignidad de las personas y el rol de las comunidades, como su orientación básica. Se trata de un modelo de desarrollo que salvaguarda los mínimos éticos necesarios para que toda persona pueda vivir dignamente. La Economía Social y Ecológica de Mercado busca aprovechar las virtudes del mercado como asignador de recursos, junto al fomento del emprendimiento, la preservación de la competencia, el rol del Estado y de las comunidades, cuidando aquellos elementos que deben asegurarse a todas las personas, sin excepción, y que constituyen las bases del bien común.