Durante décadas, el Estado de bienestar y el modelo social europeo han hecho posible la creación de sociedades inclusivas, bastante justas y equitativas, y con buenos niveles de seguridad colectiva. Un acuerdo y un consenso histórico en el ámbito político y social, que descansaba sobre una determinada noción de la economía, el keynesianismo, donde el mercado y la acción correctora y equilibradora de la intervención pública ponían coto a la desigualdad y a las ineficiencias que podían llevar al colapso.
Un sistema que tuvo siempre sus detractores, quienes aprovecharon los efectos de las crisis petroleras de los años setenta para imponer una revolución liberalconservadora que estableció el triunfo absoluto de los mercados desregulados, del individualismo extremo y del afán de lucro desmesurado. Se apostaba por una sociedad de ganadores y de perdedores.
Este libro trata tanto de los fundamentos políticos y económicos del Estado de bienestar, como de los supuestos en que se ha basado el combate contra él. De cómo el liberalconservadurismo triunfante ha desnaturalizado y puesto en jaque al modelo social europeo y nos ha llevado hasta la crisis y el desconcierto actual.