El papel que da Keynes al Estado en relación con la economía era totalmente innovador. A pesar de que el protagonismo económico lo veía en la iniciativa privada, entendía que los poderes públicos tenían que intervenir a varios niveles. En primer lugar, invirtiendo en infraestructuras con el objetivo de activar la economía, crear ocupación y así facilitar y hacer más competitiva la actividad económica privada (puertos, aeropuertos, autopistas, ferrocarriles…). En segundo lugar, creando un sector público en aquellos ámbitos donde la iniciativa privada fuera débil e inexistente, para asegurar industrias estratégicas o servicios imprescindibles (minería, siderurgia, transportes, banca…). Y en tercer lugar, había que dotar al conjunto de ciudadanos de un sistema de protecciones que convir