Hedy Pimentel intenta por todos los medios que su terrible padre no la case con su primo, un hombre lleno de vicios que solo quiere el dinero de la familia, sin importarle los sentimientos honestos y puros de la joven muchacha.
Su padre, Juan Pimentel, industrial viudo y adinerado endurecido por el paso de los años intenta conseguir, después de 20 años y un matrimonio, a su primer amor, sin importarle los medios que utilice para ello. Con su arrogancia natural, considera que todo aquello que hace es correcto, independiente del daño que pueda ocasionar a su hija Hedy y a su cuñada, que se hizo cargo de ella desde el fallecimiento de su mujer.