Esta obra presenta una experiencia novedosa: un psiquiatra y un semiólogo colaboran en procesos de “cura” en niños y adolescentes con problemas de perturbación psíquica. El semiólogo analiza los discursos del paciente (relatos, representaciones, dibujos, posturas, movimientos, gestos). El psiquiatra incorpora los resultados de esos análisis semióticos para ponerlos al servicio de la “cura”.