Dos de las grandes aportaciones de El lector literario son los análisis que se ofrecen en torno al concepto y la conformación de «lo clásico» y “el canon”, así como del paso histórico de la literatura oral a la literatura escrita. Asimismo, hace hincapié en el importante papel que juega la escritura y la lectura en el proceso de formación lectora, ejemplificando sus observaciones con interesantes experiencias de campo.