Berna González Harbour firma una deslumbrante narración biográfica sobre el artista que mejor supo retratar nuestro país: Francisco de Goya
Mientras Goya pintaba su presente, también retrataba el nuestro. Por ello es considerado el padre de la modernidad. Precursor y visionario, el pintor aragonés escaló hasta la más alta cima del arte para reflejar lo más grandioso y lo más abyecto de su tiempo, capítulos que hoy regresan como las rimas de la historia: el deterioro de la monarquía, el sueño fallido de la razón, las desigualdades y la miseria, la violencia y el horror de la guerra, pero también nuestra manera de entender la belleza, la fiesta y la alegría de vivir, el trabajo y el espíritu de lucha del pueblo llano… Si hoy volviera a nacer, Goya nos reconocería de inmediato. Porque su obra es el espejo de nuestra idiosincrasia. De nuestra capacidad de crear, pero también de destruir.
Desde este siglo XXI ya avanzado, Berna González Harbour emprende un viaje personal a la vida de Goya, pisa sus territorios y analiza muchos de los misterios, cotilleos y fake news que han rodeado su figura. Un viaje biográfico original y fascinante por los episodios íntimos y familiares del pintor poco o nada conocidos. Con un estilo casi policíaco y su capacidad de generar intriga, la autora se sumerge en ellos en busca de respuestas y de una nueva luz.
Goya en el país de los garrotazos es una combinación magistral de historia, arte, periodismo y literatura. Una invitación al puro placer de la lectura. Una novela en la que todo es verdad.
«Berna ha conseguido reflejar la triple dimensión de Goya, la personal e histórica en primer plano, su luz enfocada sobre un presente tan cargado de riesgos y de degradación como el de la España de 1800, y por fin su proyección universal. Y todo eso con una lectura muy fácil».
Antonio Elorza
«Berna González Harbour nos contagia en este libro su pasión por Goya. Con amena profundidad y un dinámico estilo de escritura, la autora desnuda el perfil artístico y humano del pintor, desvistiéndolo de los mitos adheridos a su figura».
Lola Pons Rodríguez