Los últimos días han sido muy confusos. Viajes, cambios de hora, falta de sueño. Tengo la impresión de estar al teléfono todo el tiempo, sin avanzar nada. Muchteld, desde la oficina de Ámsterdam, llama cada vez más preocupada. La mierda de la banca a distancia: no funciona con tanta facilidad cuando vas de país en país. Me he pasado la mayor parte de la tarde hablando con mi banco en Holanda, el ABN AMRO, para que me hagan una transferencia a mi cuenta estadounidense del Citibank. Y, por supuesto, sacar dinero es un puto jaleo por culpa de... los putos bancos.