un verdadero impulso de amor general, dando comienzo a la vez al concepto de espacio y al espacio propiamente dicho, y al tiempo, y a la gravitación universal, y al universo gravitante, haciendo posibles millones de soles, y de planetas, y de campos de trigo, y de señoras Ph(i)Nko dispersas por los continentes de los planetas que amasan con los brazos untados y generosos y enharinados y desde aquel momento perdida y nosotros llorándola.