Las metáforas del periodismo

Por eso lo primero que hacemos al empezar el día es mirar el cristal del teléfono para mirarnos con los otros y tratar de superar rápidamente la desilusión de ser ese despojo humano legañoso que cada mañana vemos lavándose los dientes. Esperamos del periodismo que nos diga que somos algo más que eso que vemos y que sea como esa aplicación de vida sana que cada mañana nos propone un plan de ejercicios y nos asegura que durante el día acompañará nuestros pasos.

las audiencias no sean meros receptáculos sino parte de la cadena de la información.

Bajar al círculo donde están los humanos puede reconectar al periodismo con sus destinatarios (y lograr que se deje de rendir pleitesía a los dignatarios).

Todos se entienden como servicios, más que como contenidos.

transformación es cultural, y no se reduce a una cuestión técnica, sino que implica una mutación en los agentes

Los cambios del periodismo no son tecnológicos.

las tecnologías hacen que el ciclo de la noticia no acabe en su publicación, sino que con ella comience un nuevo ciclo de lectura, apropiación y reelaboración por parte de colegas y de los usuarios en general.

Estas actividades participativas no políticas en línea pueden promover resultados cívicos al fomentar el capital social mediante la discusión de temas con pluralidad de perspectivas y orientar la acción colectiva de manera creativa.

estética participativa: la narrativa del que capitaliza los minutos de fama para convertir la petición en una acción, para producir resistencias creativas desde la performance de You Tube, la emoción de Facebook, la conversación sincopada de Twitter, manifestaciones todas que encuentran su lugar en la afinidad afectiva de Instagram.

en estos tiempos se expanden más ciertas cosas que otras, en vez de ocuparnos tanto en desestimar lo que más circula, deberíamos ocuparnos de las razones por las que el contenido de calidad circula menos.