Además de su enorme importancia para la historia mexicana del siglo XX, la serie de aciagos sucesos de febrero de 1913 conocida como la Decena Trágica tuvo vastas repercusiones en distintas modalidades del arte; en primer lugar, en la literatura, tanto en su vertiente narrativa como en el ámbito autobiográfico; asimismo, en la fotografía, la pintura, el cine y el teatro (como texto y como espectáculo). Los ensayos reunidos en este libro estudian algunas de esas abundantes manifestaciones artísticas.