«Mal acostumbrados a la moderación de una literatura argentina correctamente administrada y que ha llegado a su masa crítica de autocontrol, la escritura mutante de Farrés avanza impiadosamente hacia un Afuera esquizofrénico.
Las series infinitas es la formulación extrema de ese proyecto de aniquilación. Su fatalismo alucinatorio encuentra su abyecta parentela en contra-epopeyas de nuestro tiempo como Fanged Noumena de Nick Land, Cyclonopedia de Reza Negarestani o La casa de hojas de Mark Z. Danielewski.
Novela absolutamente descomunal, cima y sima del proyecto farresco, entre un borgeanismo hiperbólico y un mataderismo aceleracionista, la novela entra en variaciones aberrantes y anomalías inhumanas. Con su revolución virósica, su anarquismo cósmico y su Gran Poema de la Muerte, define una épica y una mística del horror, un mapa psicótico del futuro. Su mecanismo en bucle, desplegado como un Aleph morboso hacia el colapso de lo humano, resulta imposible de desactivar, incluso después de su lectura.
Como una fase de la interminable máquina narrativa de uno de los mayores proyectos de escritura que existe en la literatura en este momento, Las series infinitas tendría que leerse entre esas grandes bestias esquizofrénicas afectas a la anomalía ontológica y el vértigo entrópico, como El arcoíris de la gravedad, La casa de hojas, Almuerzo al desnudo, Tadeys, la Trilogía Involuntaria, Los sorias o la trilogía VALIS» (Agustín Conde De Boeck).