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Verónica Gerber Bicecci

Mudanza

  • Dafne🍃has quoted2 years ago
    La historia de cualquiera puede contarse conjugando sucesivamente el verbo amar en presente, pasado y futuro
  • Alba Ramírezhas quoted3 years ago
    Pensaba que no hay forma de concebir un viaje sin unas cuantas palabras por escrito, como si escribir fuera una forma de no decir adiós. Viajar no sólo es ausentarse, es dejar prueba de dicha ausencia, del cambio que sufre aquél que se mueve de lugar.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    Mudanza recogería las pruebas de una irrefutable propensión al absurdo. Todas las piezas reunidas en los ensayos tienen por objetivo darle vuelta a la literatura para reencontrarse con ella como si fuera la primera vez; solamente al trasladarla, al verla desde otro lugar, es como puede sorprendernos su simpleza y mostrarnos sus agujeros.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    Más allá de que, al parecer, estoy cerebralmente excluida del mundo de las letras, las imágenes whole picture sí explican de forma bastante certera la sensación de ser zurdo. En ellas el fondo y la forma delimitan otra figura además de las aparentes; es decir, suceden en un espacio liminar: una vieja es a la vez el perfil de una mujer joven, dos perfiles frente a frente son la silueta de una copa o la mancha Rorschach–que es simétricamente idéntica a partir de un eje–, por mencionar las más conocidas.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    Me gusta pensar que un zurdo es, de alguna forma, emisario o corresponsal del mundo al revés. Pero no me simpatizan las estadísticas causales: son zurdos quienes provienen de nacimientos múltiples o grupos con desórdenes neuronales como epilepsia, autismo, síndrome de Down o dislexia. Ni que la esperanza de vida de un zurdo sea entre nueve y cuatro años menor a la de un derecho (al parecer hay altas probabilidades de sufrir un accidente mortal con los objetos del mundo diestro). Tampoco saber que el gen del zurdo –LRRTM1– es el mismo que se presenta en los esquizofrénicos. Y me siento agredida cuando alguien dice “me levanté con el pie izquierdo”, pues siento que estoy destinada a la mala suerte. Al menos, la zurdera sí explica que no haya aprendido a atarme bien las agujetas y que haya reprobado mecanografía cuatro años consecutivos. Desgraciadamente, mi estupidez para los deportes no se excusa con ese argumento (uno de los pocos ámbitos en que ser zurdo significaría una ventaja).
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    La mayoría de las veces ni siquiera es necesario inventar- las, suceden en la práctica, naturalmente. Miradas, chiflidos, sobrenombres, ruidos, gritos... cualquier cosa es digna de convertirse en el lenguaje de los niños, ese que, aunque no es incomprensible, suena a lengua distante. Su belleza radica en que no ha sido aprendido en la escuela, es una primera aplicación orgánica de la necesidad de relacionarse con los otros, esa inevitable necesidad de ser escuchado, de hacer que ese lugar único de un cuerpo sobre el piso resuene unos metros más allá, para tocar con ondas invisibles a ese otro que también lucha contra las fuerzas gravitatorias.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    Entre las niñas la primera complicidad consiste, por ejemplo, en traducir todas las letras del alfabeto a nuevos signos. Una tarde, después de clases, se condensa un nuevo abecedario escrito en un pequeño papel doblado que permanecerá entre lápices y plumas hasta ser aprendido por completo. El abecé sólo puede existir dentro de las dos cabezas que lo crearon. A través de estos criptogramas será posible conversar, pasarse recados en clase, decirse lo que nadie más debe saber, contar lo que pasó la tarde anterior, criticar, planear el descanso, etcétera.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    El lenguaje es una complicidad que asumimos demasiado pronto. Sucede a través del diálogo. O, tal vez, el diálogo es nuestra primera complicidad con el lenguaje. Muy al principio, esa conversación no se entabla con las palabras de los diccionarios; cuando es oral lo que se escucha es ambiguo y, cuando es escrita, no todo el mundo puede descifrar su indeterminación. El diálogo es la estela que el gesto o la palabra dibujan entre dos personas.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    La obra de Marcel es un ejercicio de no-lectura, asumiendo que las palabras están encima de las cosas, lo mismo que las imágenes, y que no hay forma alguna de que sean reales.
  • Irasema Fernándezhas quotedlast month
    El truco de Broodthaers consistía en presentar documentos aparentemente coherentes. El secreto no yace en el fondo de lo visible o legible sino en la migración de su sentido, en el caos y la incongruencia, ahí donde van a dar las cosas con las que no sabemos qué hacer. My alphabet is painted. No era que “dijera” cosas o que las “pintara”. Si su alfabeto estaba pintado, no estaba escrito y si hacía alfabetos tampoco pintaba estrictamente. Desde ahí, el arte no es más que un intercambio económico y simbólico –como se discutió acalorada y repetidamente en las posvanguardias–, entonces no tenía sentido decir nada más, sólo desesperanza ante la inutilidad del objeto artístico, ante la absoluta intrascendencia de la contemplación.
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