Aunque efectivamente requiere sacrificios, primero exige una atención constante sobre el mundo que nos rodea para que sepamos a qué nos enfrentamos y la mejor forma de resistir. De modo que tener pasaporte no es una señal de rendición. Por el contrario, es liberador, ya que crea la posibilidad de nuevas experiencias. Nos permite ver cómo reaccionan otras personas, a veces más sabias que nosotros, ante problemas semejantes. Dado que gran parte de todo lo que ha ocurrido durante este último año le resulta familiar al resto del mundo, o por la historia reciente, tenemos la obligación de observar y escuchar