—Yo lo quiero, pero se me pasará, se me tiene que pasar, es imposible que no se me pase; ya se me está pasando, puedo sentirlo… ¿Quién sabe? A lo mejor se termina hoy porque lo odio, porque se ha burlado de mí, mientras que usted ha llorado aquí conmigo, y por eso usted no me habría rechazado como él, porque usted me quiere y él no me quería, y porque, por último, yo lo quiero a usted… ¡Sí, lo quiero! Lo quiero como usted me quiere a mí, yo misma se lo había dicho antes, usted lo ha oído