Lo que hiciste está enterrado —murmuré contra sus labios—: todo lo mal que me trataste, todos los comportamientos contradictorios que tuviste, todas las palabras de odio, todo. Me explicaste tus razones y eso es suficiente para mí. Lo es porque te entiendo. También luché contra mis sentimientos. Así que podrías cavar por años en estas arenas y no estar ni cerca de encontrar mis rencores. Me enamoré de la chica talentosa, responsable, que vela por el bienestar de los demás antes de por el suyo propio. De la chica que ganó a Chewie para mí y que tuvo la confianza de ser vulnerable y permitirme ser vulnerable también. Con la que puedo hablar de todo y de nada sin sentirme juzgada. Sé que habrá tormentas, no espero que nuestros días sean color de rosa, pero vale la pena enfrentarse a los huracanes por ti.