cuando tus calificaciones no sean buenas, no te frustres y más bien esfuérzate por mejorarlas. Cuando botes un penalti, analiza qué hiciste mal y luego practica para que no te equivoques en el futuro. Si tus padres te regañan es porque te quieren. Si un profesor te corrige es porque quiere que entiendas las cosas de la manera correcta. Ve la vida desde esta perspectiva y te aseguro que encontrarás en tus pensamientos oportunidades de crecimiento, querido Mateo.