Con alarmante frecuencia, la presencia de mujeres en el espacio público conlleva una violación de sus partes íntimas, a veces literalmente, a veces verbalmente. El inglés está plagado de palabras y frases que sexualizan el caminar de las mujeres. Entre los términos usados para llamar a las prostitutas destacan «mujeres de la calle» y «mujeres públicas» (y, por supuesto, las expresiones «hombre público» u «hombre de la calle» significan cosas muy distintas a sus equivalentes para mujeres). De una mujer que ha violado alguna convención sexual puede decirse que anda paseándose, dando vueltas, vagando, términos todos que implican que el viaje de la mujer es inevitablemente sexual o que su sexualidad es transgresiva cuando viaja.