El tiempo se va muy rápido, y está visto que uno no llega al poder a disfrutarlo sino a sufrirlo. Así la vida se me fue… Y el tiempo se me fue… Se me fue en un abrir y cerrar de ojos, y por ello en la noche en silencio pienso: “Señor, gracias por todo lo que me has dado, por tanta gloria, tanto poder, tanta riqueza, tanta salud. Gracias por mis hijos, mis nietos, mi esposa, mis yernos, mis nueras, por toda mi familia. Gracias por poner en mis pensamientos, palabras y obras, todo lo que tú quieres que piense, diga y haga, aunque incumplo tanto. Gracias por poner a mi alcance a las personas que quieres que ayude. Protege a Guatemala. Amén”.