En este, su volumen postrero, se manifiesta de manera especial el carácter de legado final que para Schopenhauer tienen los Parerga. Es su última oportunidad de comunicar sus pensamientos, de esclarecerlo todo hasta el final y de expresar, para quien en un futuro quiera leerlas, las opiniones que sus contemporáneos no han querido oír. Fruto de ello es un volumen extenso y misceláneo en todos los sentidos: junto a ensayos netamente filosóficos hay en él mucho de biografía intelectual, de retrato psicológico y de opiniones personales que en algunos casos Schopenhauer habría hecho mejor en no escribir. Nos encontramos aquí, más que en ninguna otra obra, con el filósofo y el hombre, con las luces y las sombras de un autor controvertido y, en todo caso, irrepetible.