Emociones lentas

YO ME SACO ESTO QUE TRAIGO
y te lo dejo
como dejan algunos perros
pájaros muertos en la puerta de sus dueños.

Con inocencia
y con exceso.

me decía sí, ahora me voy a levantar
y voy a escribir esas líneas definitivas de venganza
y bronca y dolor y repulsión y venganza
y todo va a estar bien después, el poema

PERO ¿Y DESPUÉS?

¿Qué se puede hacer
con una emoción
que ya tuvo su turno,
su hora de seda?

MADERA QUE PUDO HABER SIDO FUEGO

Las cosas conquistan sus formas;
nubes bajas, muy lejos de donde estamos
un escape sigiloso
que las hormigas
habían estado planificando por siglos
y ejecutaron
como si se les acabara de ocurrir.

Ofreciste esos ojos
a las infinitas capas de distancia
que separan y unen el futuro
y el futuro miró hacia otro lado

pero sólo para mostrarte sus hilos.

FLECHAS LANZADAS EN LA OSCURIDAD

Como una magnolia
una virtud nueva y urgente
abriéndose
muy dentro,
muy dentro, muy en el fondo,
muy dentro

y como no se oye
no sé qué pide.

LE PREGUNTO SI LAS NEVADAS
suenan a algo,
si existe un sonido
que no sirva para nada más
que decir
«nieva».

La nieve es
más silenciosa que el silencio,
responde.

Así que nunca la viste, ¿eh?

Después cambia de tema
y durante semanas, meses,
me confunde
con alguien más.

No respondo ni corrijo.

Y todavía, copo a copo
cada vez
que estoy en silencio
pienso que nieva.

ME ESCRIBO CARTAS CON UN POETA VIEJO
que no sabe que sufre.

Después salgo al jardín
me pongo a arrancar raíces

me entretengo.

POR QUÉ ENTRO EN LAS IGLESIAS

Por el silencio, y contra nadie,
por el silencio húmedo de las iglesias
y sus mosaicos,
por lo que las iglesias le hacen a la luz,
cómo la dulcifican y la tiñen y la devuelven
al lugar del que proviene

por lo que esa luz, antes de irse,
transforma en las estatuas,
en las figuras esmaltadas
y sus manos perfectas

por la perfección, además,
de los confesionarios
en los que nunca me arrodillo
aunque las primeras muecas de la fe
como las del terror
jamás nos abandonen.

Porque en medio de la ciudad
y del ruido
hay silencio,
y porque el silencio es húmedo
y esmaltado

porque casi siempre estoy sola
en las iglesias
donde hasta las flores que se pudren
son hermosas
y porque no entro
con la mirada lacia
de los que van de visita.

Es en lo oscuro
donde una se sienta
a esperar la luz,

no en la luz.

UN ZORZAL CANTA
desde el fondo
marino
de la noche.

Me asomo.
Se detiene.

No hay nada
entre el zorzal y yo

ni entre nosotros dos
y las emociones lentas
del universo.