Félix Lope de Vega escribió una poesía ardiente, vital y en cierto modo desenfadada. Dedicó gran parte de su vida en la composición poética aunque sea más conocido como dramaturgo. Se conservan, entre otros, un total de tres mil sonetos. Su creación lírica es especialmente intensa a partir de 1580 por su rivalidad con Luis de Góngora, momento en el que abandonará el soneto para volver a la métrica puramente española, es decir, el octosílabo.