Pese a estar catalogada como una película de ciencia-ficción, “Blade Runner” -obra maestra que se ha convertido merecidamente en un icono cultural de nuestro tiempo— tiene poco que ver con las utopías futuristas propias del género; al contrario, plantea problemas eternos -la vida y la muerte, el fatídico discurrir del tiempo, la rebelión contra nuestro infausto destino, la extrañeza ante el otro— protagonizados por hombres que habitan en el caos deshumanizado de las grandes metrópolis; es decir, por hombres como nosotros mismos.
En este ensayo se analizan las diferentes versiones de Blade Runner y se abordan, con un estilo ágil y gran rigor analítico, las reflexiones antropológicas y morales que propone la película. ¿Qué era lo que Deckard no sabía?