Del Kamasutra poco hay que decir, pero cuando sir Richard Burton lo rescató para occidente y para nuestro deleite, este libro concebido en su origen como libro de texto para un príncipe (por eso la traducción de Kamasutra, es «Las enseñanzas de Kama», el dios de la voluptuosidad y los placeres, el que regaló a los mortales precisamente la cama).
Este texto en su origen constaba de dos partes, una para las relaciones entre hombres y mujeres y otra para las relaciones con el mismo sexo, desgraciadamente esta última parte fue concienzudamente quemada junto con otros muchos textos por la esposa, celosa, resentida y de estricta moral victoriana, del ambiguo noble inglés.
Lo que yo pretendo con este texto es reconstruir lo que la pirómana señora destruyó y os lo ofrezco para que disfrutéis tanto leyéndolo como yo he disfrutado escribiéndolo.