Cuando alguien te deja, aparte de añorarle, aparte del hecho de que todo el pequeño mundo que habéis creado juntos se desmorona, y de que cada cosa que ves o haces te lo recuerda a él, lo peor es la sensación de que te han probado como si fueras un zapato, y la persona a quien amas ha sumado las partes y al final te ha pegado la etiqueta de RECHAZADA.